





Pastor Miguel Torneire saludó a todos los presentes e inició el Programa de Navidad 2007 en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Luego, oramos, alabamos al Señor cantando un himno, escuchamos la lectura bíblica y miramos las pastorela presentada por los hermanos de Zacapa.

La obra cuenta que había un abuelo que contó la historia de un mesonero que dio lugar para personas ricas e importantes, pero que no tuvo lugar en su mesón para María, José y el niño Jesús (nuestro Salvador) que vendría a este mundo.

Este mesonero era muy mercenario y sólo pensaba en el dinero y en las riquezas, por eso cuando vino a su mesón una familia rica, un artista y un político, tuvo lugar para ellos, pero para María y José que eran muy pobres, no hubo lugar.




Solamente les ofreció el establo que había atrás de su mesón, un lugar donde dormían los animales. José y María aceptaron el lugar y tuvieron a Jesús en un pesebre, donde los animales se alimentaban.

Sin embargo, la familia rica, el artista y el político salieron corriendo del mesón al saber que Jesús, el Salvador, el mayor regalo que Dios dio a nosotros, había nacido. Entonces, el mesonero y su esposa n entendieron nada, por eso fueron a tras de ellos para ver quien era.




En el establo el mesonero se dio cuenta de que se había equivocado y cometido un grande error, pero la familia rica, el artista y el político trataron de consolarlo y mostrarle que nunca es tarde para dejar que Cristo nazca en el mejor lugar de nuestras vidas que es nuestro corazón.




Después de la presentación, pastor Gerardo Vásquez oró y pronunció la bendición a todos nosotros. Luego cantamos el último himno, noche de paz y nos saludamos con un fuerte abrazo.

Así que terminamos de cantar, los hermanos del Maguey dieron un lindo obsequio a pastor Gerardo, agradeciéndole por su servicio y labor pastoral en la comunidad y entre los feligreses de la congregación.

Después repartimos “sorpresas” a todos los niños que se hicieron presentes y la congelación nos agasajó con un rico café con champurradas. Así que en esta noche, dos veces fuimos agasajados – con la Palabra de Dios y con el pan nuestro de cada día.







Damos gracias a Dios por esta presentación que hicimos y confiamos en el Señor que el mensaje anunciado producirá los frutos esperados, conforme a la voluntad de Dios.
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