El Día de Pentecostés

“John, ¿quieres pasarte el resto de tu vida vendiendo agua azucarada, o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?

Ese fue el desafío que Steve Jobs hizo en 1983 a John Sculley, entonces presidente de la Pepsi-Cola. El señor Jobs fue el genio creativo de las computadoras Apple. Sabía que el ejecutivo de la compañía de refrescos podía ayudar a Apple a marcar un hito en el mundo de las computadoras. Sculley aceptó el audaz desafío.

Jesús retó a tres pescadores mientras tendían sus redes. Les ordenó: “Venid en pos de mí” (Marcos 1.17). Ellos lo hicieron, y con un puñado de hombres ordinarios cambiaron el mundo. El Día de Pentecostés (Pentecostés ocurre cincuenta días después de la Pascua de Resurrección y marca la venida del Espíritu Santo a los discípulos, y además, el nacimiento de la Iglesia Cristiana del Nuevo Testamento), el prometido Espíritu Santo empezó una nueva obra a través de ellos, y 3.000 personas fueron salvos (Hechos 2). Posteriormente, los críticos los acusaron de haber trastornado “el mundo entero” (Hechos 17.6).

Nuestro mundo está completamente al revés (como estaba en el Pentecostés al revés – Cf. Génesis 11.1-9), viviendo por principios opuestos a las enseñanzas de nuestro Señor. Podemos, o bien seguir las filosofías del mundo que conducen a callejones sin salida, o bien aceptar el desafío de Jesús de cambiar el mundo con la Palabra de Dios, para que corazones y vidas sean transformadas.

Hoy, sirvamos a Dios, a la luz de nuestra fe, orando a Dios y testimoniando en nuestro pequeño rincón. Un día, el Rey de reyes regresará para cosechar a toda su mies que fue llevada a la fe por medio del Espíritu Santo.